Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.- Más de 15 hombres con registros policiales han muerto desde el segundo semestre de 2018 por estar señalados como «migueleros«; es decir, piratas de carretera que han fallecido luego de que funcionarios los busquen por usar trampas en las vías para cazar camionetas, camiones o gandolas y así apoderarse de la carga que llevan.
La cifra sangrienta demuestra que esos «migueleros» siguen robando en las principales vías de Lara, aún cuando los cuerpos de seguridad les han declarado la guerra y se hayan registrado múltiples enfrentamientos; y es que según una fuente policial, contó que aunque metan preso a un malandro o este sea abatido van a seguir «reproduciéndose«.
Los «piratas de carretera» dedicados a lanzar «miguelitos» (que es un tubo con clavos para que pinchen los cauchos de los vehículos) operan entre las vías Barquisimeto–Acarigua; la Circunvalación Norte; Lara-Zulia; Barquisimeto-Duaca y Cimarrón Andresote.
«El problema no solo es de las bandas que están organizadas, porque muchos de los miembros han sido detenidos. La situación influye es porque malandros se han dedicado de forma particular a azotar un tramo de las arterias viales y hasta se respetan entre ellos», soltó una fuente policial, quien pidió resguardar su identidad.
Son tres bandas de «migueleros» que operan en las diferentes vías de la región: la del «Camello» que ataca en la Lara-Zulia, pasando por Palmarito municipio Torres, la de los «Robin Hood de la Recta», entre Jiménez y Torres y la tercera que no ha sido identificada, pero serían unos de Portuguesa y roban en la carretera Acarigua-Barquisimeto.
El modus operandi en esencia es la misma: una vez que el caucho es pinchado por el «miguelito» los conductores deben detenerse para cambiar el neumático, pero allí es cuando son atacados por los choros, aunque también han aplicado otros métodos, como por ejemplo, en las carreteras los delincuentes atraviesan pedazos de cauchos, piedras y hasta pedazos de carrocerías para que los choferes tengan que reducir su velocidad y muchas veces se bajan para quitarlos de las vías y es cuando los tipos se aprovechan y los roban.
«Dejé de transitar por la Circunvalación Norte porque se volvió muy peligrosa. El año pasado me lanzaron piedras cuando iba pasando muy cerca de un puesto policial, no me detuve, pero qué fuese pasado si me paraba», comentó Carlos Terán, quien viaja constantemente del Zulia hasta Yaracuy.
El año pasado en Sarare ocurrió un hecho parecido. Un funcionario de la PNB logró abatir a un malandro en un robo frustrado. Apenas el uniformado se estacionó para cambiar el caucho el malandro le salió del monte y le cantó el quieto, el policía le dio la voz de alto, pero este disparó contra él y se originó un tiroteo que terminó cuando el choro cayó muerto.