El crimen ocurrió en el caserío Ojo de Agua en Crespo. El hombre fue señ;alado como azote de la zona
Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- A Rafael Alfredo Campos Méndez, de 40 años de edad, lo asesinaron de una descarga de escopeta, luego de un conflicto con un delincuente del caserío Ojo de Agua, del municipio Crespo, pues fue señalado de mantener azotado el sector.
El crimen ocurrió a plena luz del día. Las personas que residen en la comunidad comentaron que el sábado en la mañana escucharon una detonación, pero no salieron de inmediato de sus casas por temor, cuando sintieron que todo estaba «tranquilo» salieron a ver qué estaba ocurriendo y se encontraron con el cuerpo de Rafael.
Rafael presentó múltiples heridas en su cuerpo, producto de los perdigones por la descarga de escopeta, que lo dejó sin signos vitales, minutos después del hecho. Los vecinos, al percatarse que estaba muerto, los llamaron a los funcionarios de la Policía del estado Lara, quienes resguardaron el sitio hasta que llegó una comisión del Eje de Homicidios del Cicpc para hacer las experticias, colectar evidencias y hacer el levantamiento del cadáver.
Una fuente policial contó que Rafael, supuestamente, mantenía azotada al sector, robando a todos los habitantes y amedrentándolos.
Al parecer, Rafael «robó a quién no debió» y este sábado cobraron venganza en su contra. El cuerpo de Rafael fue llevado hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda para practicarle la autopsia.
La fuente indicó que aunque Rafael fue señalado como un presunto delincuente, no presentaba registros policiales, pues fue «muy cauteloso» para evitar ser atrapado por los funcionarios de seguridad.
«Ese era una joya. En el campo se estaban cometiendo muchos robos y todo apuntaba que era él. Robaba todo lo que se consiguiera y sometía a las personas para quitarles plata», comentó un vecino del caserío, que no quiso identificarse por temor a represalias.
Este homicidio es el primero que se registra en el estado Lara durante junio. El pasado mes, el estado cerró con 16 muertes violentas, según cifras que a diario lleva LA PRENSA.