Frases de El Principito que siguen inspirando
Tan metidos en la rutina activista, a veces se olvidaron los anhelos más
profundos del corazón
La Prensa.- El principito es la obra más famosa del escritor y aviador francés Antoine de Saint-Exupéry. La obra fue publicada en abril de 1943.
Es considerado como un libro infantil por la forma en la que está escrito, pero en el que en realidad se tratan temas profundos como el sentido de la vida, la soledad, la amistad, el amor y la pérdida; todas realidades profundas sobre la vida y la naturaleza humana.
Quiero tratar con breves palabras la dimensión sobre el sentido de la vida. La esencia misma del libro –que busca descubrir ese sentido de la vida– se encuentra reflejada en el secreto que le obsequia el zorro al principito: “Solo se ve bien con el corazón. Lo esencial es invisible a los ojos”.
Cuando uno entra en sintonía con el propio corazón descubre en su interior anhelos que no se pueden saciar con las superficialidades del mundo.
Lo visible del mundo no muestra lo esencial que necesita nuestro corazón. Hay en nuestro corazón un anhelo, un impulso a descubrir respuestas para las preguntas más fundamentales de la existencia.
El principito de una manera muy “infantil” empieza una búsqueda que lo lleva a visitar otros planetas. “Cuanto más conoce la realidad y el mundo y más se conoce a sí mismo, le resulta más urgente el interrogante sobre el sentido de las cosas y sobre su propia existencia”.
Es un camino existencial que busca el conocimiento sí mismo. Ese camino del “conócete a ti mismo” –que es una exhortación esculpida sobre el dintel del templo de Delfos–, nos lleva a las preguntas humanas de fondo: ¿Quién soy? ¿De dónde vengo? ¿Qué hay después de esta vida?
La persona debe descubrir “cómo es cuestionada por la vida; sólo ella puede encontrar y ser responsable de su propia existencia”. Los adultos están tan metidos en la rutina activista, que se olvidaron de los anhelos más profundos del corazón.
La experiencia del desierto, en la que se encuentra varado el piloto, lo lleva a que sintonice y descubra esas preguntas fundamentales a las que nadie puede escapar. A veces es necesaria una situación extrema como esa para que enfrentemos esas preguntas.
Cuántas veces le huimos a reflexionar sobre el sentido de nuestra vida. Es mucho más fácil vivir en la superficialidad de nuestras existencias. Encontrar soluciones a nuestros interrogantes más profundos puede llevarnos a tomas de postura ante la vida que nos hagan salir de nuestra “inercia confortable”.
Esas preguntas y respuestas fundamentales sólo pueden ser vistas con el corazón. “Mientras la gente grande se fija en las apariencias, como le pasó al astrónomo (…), el zorro lo introduce en el conocimiento cordial que trasciende lo evidente para aferrarse a lo esencial, a lo verdaderamente importante”.
Saint-Exupéry escribió El Principito durante la temporada que pasó en los Estados Unidos, tras la Batalla de Francia en 1940. Desde entonces, más de 140 millones de ejemplares en todo el mundo.
En homenaje al escritor fallecido, se recuerdan a continuación algunas de las mejores frases de la novela corta y obra más famosa del escritor.
– «He aquí mi secreto, que no puede ser más simple: sólo con el corazón se puede ver bien; lo esencial es invisible a los ojos».
– «No se debe nunca escuchar a las flores. Sólo se las debe contemplar y oler. La mía perfumaba mi planeta, pero yo no era capaz de alegrarme de ello».
– «Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante».
– «No era más que un zorro, semejante a 100.000 otros. Pero yo lo hice mi amigo y ahora es único».
– «Por la noche mirarás las estrellas; mi estrella será para ti una cualquiera de ellas. Todas ellas serán tus amigas».
– «Si vienes, por ejemplo, a las cuatro de la tarde, empezaré a ser feliz desde las tres».
– «Lo hermoso del desierto es que en cualquier parte esconde un pozo.»
– «Uno se expone a llorar un poco si se ha dejado domesticar».
– «Caminando en línea recta no puede uno llegar muy lejos».
– «Es una locura odiar a todas las rosas sólo porque una te pinchó. Renunciar a todos tus sueños sólo porque uno de ellos no se cumplió».