José Daniel Sequera | LA PRENSA.- Tropezó, cayó y murió. Eso fue lo que le pasó a Yosmel José Valero Briceño (34), alias “Cabeza ‘e Motor”, en la entrada del bloque 11 de Patarata II. El hecho ocurrió en la madrugada cuando el hombre venía de tomarse unas “frías”.
Su mamá, Paula Briceño contó que él había salido el jueves en la noche como hacía usualmente para verse con sus amigos en una licorería y no supo nada de él hasta la mañana siguiente que una vecina le avisa.
“La vecina me dijo que fuese a levantar a Yosmel porque estaba tirado dormido en la entrada del bloque. Cuando estoy abajo tocándolo, él ya estaba muy frío, fue allí que me di cuenta que había muerto”, narró la mamá evidentemente afectada.
“Cabeza ‘e motor” quedó tendido bocabajo con un traumatismo bastante cerca de la sien. En donde quedó el cuerpo, un pequeño charco de sangre manchó el concreto contra el cual se dio.
En horas de la mañana, una comisión del Cicpc se apersonó hasta el sitio para hacer las averiguaciones correspondientes.
Al principio se estaba manejando la hipótesis de que Yosmel había intentado trepar por la pared porque no tenía las llaves de la reja. Luego los “petejotas”, al parecer, descartaron esta hipótesis debido a que no había señales de que él hubiese intentado trepar, tomando fuerza la versión de que se tropezó cuando intentaba entrar al bloque.
El cuerpo fue llevado casi al mediodía hasta la morgue del Hospital Central para hacerle la autopsia de ley. Se espera que hoy el cuerpo sea entregado para darle sepultura.
“Me quedé sola”
La madre de la víctima, Paula Briceño, comentó a La Prensa que su hijo era un muy buen muchacho y además era el único de sus cuatro hijos que vivía con ella.
“Hace poco se murió mi esposo, y ahora se me murió Yosmel. Ahora me quedé sola en este apartamento”, señaló la señora.
Dijo que su hijo era una persona muy querida por sus vecinos, porque él había sido criado en Patarata desde que nació.
“Yo tengo aquí más de 40 años, y todos lo conocen. Siempre fue muy alegre”, aseguró.
Por último dijo que a su hijo le gustaba leer y que su única distracción era ir a beber con sus amigos.