lunes, 23 diciembre 2024
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Quieren cambiar ranchos por una escuela

Joelis Sosa | LA PRENSA.- Incorporarse a una nueva es­cuela con todas las de la ley es el sueño más anhelado que tie­ne toda la comunidad educati­va del sector Valles del Sol.

Desde hace 6 años los 218 ni­ños que conforman la matrícu­la esperan por la culminación de la casa de estudio que es una extensión de la escuela Al­garí. Mientras les ha tocado ver clases en ranchitos, patios de las casas y hasta en dos salones que están en plena construc­ción.

La necesidad de formar a la población ha sido tan grande que los lleva a soportar el tener que ver clases en condiciones no aptas, espacios muy peque­ñitos y hasta hacer deporte en un playón. Aunque en el espacio previsto para la construcción de la es­cuela ya se observa el comien­zo de la obra, marcha a paso de morrocoy mientras la necesi­dad de una escuela se siente a flor de piel.

“Es muy triste que esos niños estén viendo clases en ranchos y amorochados”, lamentó Da­niela Lucena, docente de pre­escolar, quien explica que en los espacios, usados como sa­lón, se agrupan de 30 y 35 ni­ños. Docentes piden que se levan­te lo más pronto posible la es­tructura de la escuela, porque los niños se están viendo afec­tados, en cada rancho meten dos secciones lo que equivale entre 50 y 60 pequeños dentro de cuatro tapas de zinc.

La matrícula es de 218 niños que residen en el sector. “No­sotros no inscribimos a nues­tros niños en otras institucio­nes porque nos quedan muy lejos”, contó con lamento Ya­jaira Vásquez, madre de dos niños pertenecientes a segun­do y tercer grado.

Ella expresa que para llevar a sus niños a clases debe hacer un tour, porque su niña estu­dia en una de las calles princi­pales del sector mientras que a su otro pequeño le toca en un rancho que está en la última calle de la barriada. Los representantes aseguran que los más afectados son los niños. “No es justo para los ni­ños ni para los docentes, pero se hace lo que se puede”, dice resignada Andrea Rivas, añade que dentro de los ranchos pa­san calor porque los espacios  son muy pequeños. La comu­nidad pide a la Zona Educativa que intermedie para se agilice la culminación de la obra.

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