Daniela Valladares | LA PRENSA.- Los vecinos de Brisas del Aeropuerto entre la calle 56 y 57, se quedaron como novia de pueblo, vestidos y alborotados porque no han podido estrenar el centro de salud que beneficiaría al menos a 700 familias que conforman la comunidad.
Hace dos años terminaron de levantar la estructura donde iban a funcionar tres consultorios, los cuales se iban a dividir en medicina general, control prenatal y vacunación para niños y adultos de cualquier sector. Pero la construcción quedó sin luz porque no colocaron el cableado eléctrico cuando comenzaron a levantar la obra y de ñapa tampoco pueden contar con el servicio de agua por tuberías porque los amigos de lo ajeno se llevaron la bomba hace un año.
Asimismo, el techo original fue removido y más nunca apareció, en su lugar tuvieron que poner uno de acerolit para resguardar la parte interna del sol y la lluvia, dijeron los vecinos.
A raíz de estas circunstancias, las consultas fueron movidas a la casa comunal que el sector decidió prestar como apoyo para continuar con el servicio médico gratuito a la comunidad.
“Las consultas se hacen como pueden porque el área es limitada, los médicos trabajan con las uñas”, alega José Torres, vecino del sector.
Pero ahora los pacientes están hacinados, porque el espacio es insuficiente, mide aproximadamente ocho metros de largo por cuatro de ancho y han hecho milagros para poder dividirlo en tres cubículos, uno para consulta, en otro se realizan los exámenes de sangre y el último para las citologías.
A pesar de la improvisación para atender las consultas y la falta de medicinas que tiene el centro de salud, todavía resulta muy concurrido y no solo por residentes de la comunidad, sino que vecinos de otros sectores también asisten mensualmente para chequearse porque según ellos, los doctores son muy buenos.
Vecinos expresaron que todavía no pierden la esperanza porque llegue el día en el que puedan ver en funcionamiento el ambulatorio.
Por eso hicieron un llamado al gobernador Henri Falcón o a cualquier ente de salud público o privado del estado para que se aboquen a concluir la obra cuanto antes, ya que con el paso del tiempo, las instalaciones se están deteriorando y la pintura se está desgastando por el sol, además temen que el terreno sea invadido como ha ocurrido en otras zonas del sector.