Guaro Mirón | LA PRENSA DE LARA.- Como migajas de galleta se ha ido deshaciendo el pavimento que cubre la carrera 27 con calle 50 de Barquisimeto, a raíz de un bote de aguas negras que no sólo ha traído consigo una pudrición inaguantable, sino además graves daños en la vialidad.
Hace unos días fui a reparar unos zapatos que ya tenía rotos de tanto ruletear. Así que como ya es costumbre, fui hasta donde mi pana Ángel Colmenárez, quien hace las reparaciones en una de las aceras de ese lugar.
Pero chamo, apenas iba llegando sentí el olor que me tumbó la nariz de un solo golpe. No sé cómo hace la pobre gente que vive en los alrededores para tolerar semejante fetidez.
Mi pana Ángel me estuvo comentando que el problemón comenzó hace cuatro meses y desde entonces no se ha aparecido ni un alma para intentar brindarles una solución inmediata.
«En octubre colapsaron las cloacas de los edificios de Residencias Las Nieves. Era mucha agua fétida que salía», comenta mi buen amigo.
Según me estaba echando el cuento, Hidrolara se presentó en ese entonces y supuestamente hizo un trabajo con una guaya para destapar las cañerías. Pero como ya es costumbre, todo se trató de un pañito de agua tibia que dejó de tener efecto con el paso de los días.
No se pueden imaginar lo insoportable que se vuelve el asunto cuando el sol se pone bravo y calienta ese líquido.
«Eso es puro pupú y lo peor es que nada para ese aguacero que ha acabado con esa calle. Apenas se dañó, dije que ojalá esto no se convirtiera en otra Carucieña, pero nadie hizo nada a tiempo y ahí están las consecuencias», dice Colmenárez sin titubear.
Aparentemente, esas vías lo que necesitan es volver a nacer porque están inservibles. El cambio debe hacerse por completo y vamos a estar claros, eso cuesta un realero.
Los vecinos de la zona han tenido que recoger arena para tapar las troneras que han aparecido sobre las calles, todo esto para evitar que los carros que transitan por la zona acaben sin cauchos o peor aún, estrellándose.
«Ahora también se necesita una maquinaria que retire todo ese relleno que se ha colocado porque ha sido bastante», declara.
La gente ya ha acudido ante la Alcaldía de Iribarren y la Gobernación del estado Lara a ver si se les ablanda el corazón y les ofrecen soluciones, pero todo queda en veremos.
«Supuestamente, ya aprobaron unos recursos, pero los van a bajar es en marzo, entonces de aquí a allá es mucho lo que puede pasar. Es posible que la situación empeore, o la plata se devalúe y no pueda cubrir la magnitud del problema», comentó.
Mientras tanto, a esa pobre gente le toca seguir esperando y viendo cómo la vía se acaba y se hunde cada vez más.
¡Qué barbaridad!, ya es hora de que se echen una pasadita por allá.