En Ascardio se definen con el propósito de servir, con atención de calidad y a bajo costo
Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Hablar de Ascardio es resaltar este centro de atención a enfermedades cardiovasculares, como la asociación civil sin fines de lucro que desde hace 47 años trasciende de lo asistencial y capacita el recurso humano. Se definen con el propósito de servir, con atención de calidad y a bajo costo, entre un espacio atípico a lo netamente clínico, que demuestra la sensibilidad por el arte.
Marcan la diferencia desde la arquitectura, distante de cualquier centro asistencial que saca provecho a la naturaleza del entorno y la nobleza de esa fresca ventilación durante la espera de pacientes. Un trato cordial, servicios que van desde la prevención hasta intervenciones de alta complejidad, precios accesibles y el voluntariado «Enohe Riera Paredes» reforzando la labor social con sus 35 años de trabajo ininterrumpido.
«No se trata sólo de atender, sino de garantizar ese personal con el entrenamiento del más alto nivel cardiovascular», señala el doctor Bartolomé Finizola Celi, director fundador de Ascardio, complacido de egresar entre 10 y 11 cardiólogos anual, así como otras especialidades afines que son posibles por el trabajo conjunto con la Universidad Centroccidental Lisandro Alvarado (UCLA).
Retroalimentación
De allí admite que las alianzas son soportes para una sostenibilidad por el compromiso de atender a la colectividad.& ;
Son enfoques para ampliar el alcance e incluso desde instancias gubernamentales poder apoyar en el programa cardiovascular del Ministerio de Salud y junto al apoyo de otras organizaciones extenderse con diversos programas, con jornadas más cercanas a las comunidades.
Cita la importancia de establecer el propósito de vida y mantenerse a partir de la constancia. «Los vínculos con variadas instancias nos fortalecen en sinergia y complementa esa retroalimentación», explica Finizola, del respeto mutuo que se han ganado y les permite seguir innovando con los equipos y recurso humano que desde la Unidad de Hemodinamia realiza intervenciones complejas, como cateterismo cardíaco endovascular y con los avances de la electrofisiología cardíaca pueden introducir marcapasos, recuperando la esperanza y calidad de vida del paciente.
Están presentes en emergencias con una respuesta inmediata de la central de ambulancias, cubriendo de 20 a 25 solicitudes al día y ajustada a los requerimientos del caso con las unidades regulares y aquellas para respuesta crítica en atención de cuidados intensivos y de equipamiento cardiopulmonar, para estabilizar en casos de infarto o accidentes cerebrovasculares.
Ana Fermín es la presidenta actual y señala que los 18 miembros se mantienen en contacto directo con el paciente que necesita orientación en los diversos servicios, colaboran en ordenar las colas de espera y siempre procuran alternativas profondos a Ascardio, recibiendo todo lo recaudado de la tiendita con sus promociones de descuentos, feria escolar y hasta bazar navideño para final de año. Además que destinan algunas prendas de vestir, libros o artículos escolares para parroquias religiosas, casa hogares o entregar en zonas rurales.
Ascardio también tiene su espacio para la consulta, cuenta con una de las bibliotecas más completas en cardiología «Carlos Gil Yépez». Los futuros especialistas consiguen diversos libros e investigaciones recientes junto a tesis de grado que han sido donadas por doctores.& ;
Huella del arte& ;
Ese corazón y su infinito significado de vida como motivo de inspiración para artistas es la huella cultural que no pasa desapercibida en Ascardio, con obras de arte que sorprenden a lo interno o externo, libres de formatos. Expresiones en talla en madera, el hierro forjado y el lienzo con la complicidad de la plástica en las energías de ese palpitar.& ;
Luego de pasar el laboratorio, la vista se entretiene en el mural de Virgilio Arrieta, con su inconfundible estilo de figuras de grandes dimensiones que marcan ese paréntesis a la enfermedad.
A pocos metros se tiene un encuentro con una visión integral a 360 grados, y el maestro Armando Villalón es uno de esos creadores que materializaron ese concepto de las alianzas como un principio de esta institución que se identifica por los valores de la sinergia.
Sólo es parte de ese adelanto para llegar al Museo del Corazón, donde se marca una línea de tiempo a partir de los inicios de los estudios en cardiología. Secuencia que conduce a la sala de exposiciones con más de 30 obras que indican las diversas expresiones del vital órgano.& ;
Una visual invitando a recorrer cada detalle de esas piezas plasmadas en el lienzo, muy llamativas con el tradicional rosado o rojo, así como esas que exigen de más tiempo para su interpretación, por ser de carácter abstracto y siempre llevando a ese impulso del torrente sanguíneo que nutre al corazón.
Cada composición, incluso esas del ensamblaje de piezas de reciclaje o con el cobrizo del hierro forjado, llevan al mensaje subliminal del cuidado y prevención. Un llamado que se pinta de colores, pero también pide un estilo de vida saludable para evitar tantas complicaciones por enfermedades cardiovasculares.
Pero esa combinación de la ciencia con el arte no sólo se limita a la plástica, por lo que comparten espacios para la música y narración oral, disponiendo de un área para el centro cultural Segundo Ceballos, donde asiste un público cautivo a las funciones de cuentos y demás historias divertidas de la Unión de Narradores Orales y Escénicos (UnoEs).
Van más allá de la curación, porque Ascardio es un corazón movido por la sinergia y que renace en un nuevo palpitar.& ;