Cada grieta en la avenida Uruguay de Barquisimeto cuenta una historia de fallas y desidia. 21 años después de su inauguración, esta vía sigue siendo un recordatorio de las consecuencias de la falta de planificación y control de calidad en las obras.
Desde el año 2003, cuando se inauguró la arteria vial que conectaría a la avenida Ribereña con la avenida Vargas, ha sido objeto de múltiples reparaciones y cierres, lo que ha generado molestias en los habitantes. Los deslizamientos de tierra, socavamientos y grietas han sido constantes, dejando en peligro a quienes viven y transitan por la zona.
Para el inicio de la obra se invirtieron Bs. 2.061.000.000, que en divisas equivale a $1.288,125 (el dólar oficial para marzo de 2003 se cotizaba en Bs. 1.600).
Transparencia Venezuela en su informe sobre «obras inconclusas», destacó la construcción de la avenida Uruguay y resaltó que su status es «culminada, no operativa», la construcción de esta vía inició en el año 2001 y tenía como tiempo de ejecución alrededor de un año; sin embargo, fue el 27 de marzo de 2003 que se culminó la obra.
Los conductores y transeúntes pudieron disfrutar de la avenida cinco meses, ya que en agosto de ese mismo año tuvo una paralización por una falla en la calzada de descenso, que luego de ocho meses de trabajo fue reparada.
Así comenzó el rosario de fallas. En 2010 se presentó un nuevo daño que fue corregido, pero en agosto de 2013 hubo un socavamiento que fue atribuido al tubo de drenaje de la avenida Vargas, cuya reparación culminó un año después.
Vecinos afectados comentaron que en el año 2015 nuevamente la Uruguay fue noticia, pero esta vez con lo que más temían, el problema llegó hasta las viviendas. El 8 de diciembre de ese año la tierra cedió en la parte alta y provocó la destrucción de al menos 10 viviendas de la comunidad 13 de abril, zona que fue declarada en emergencia por Protección Civil y la comisión de los ingenieros que la evaluaron.
«Aquí el problema comenzó desde que se construyó la avenida Uruguay, porque cuando construimos nuestras viviendas todo estaba bien. No se hizo un buen trabajo y eso lo notamos apenas comenzamos a observar las grietas en las paredes de las casas y después vino lo peor», comentó José Guédez, residente de la zona.
Qué dicen los expertos sobre la Avenida Uruguay
Julio Gutiérrez, presidente del Colegio de Ingenieros de Lara, explicó que en el año 2016 una comisión de profesionales elaboró un informe técnico por el desplazamiento del movimiento de masa que tuvo consecuencias graves en algunas viviendas.
Existen algunas contradicciones en el caso de qué ocurre y por qué el terreno cede.
Para Gutiérrez, la mala práctica de algunas personas en construir viviendas en la ladera sur ha generado este problema que no sólo se trata de la avenida Uruguay. Según el ingeniero, se construyó en una zona sísmica y propensa a deslizamiento por infiltración de agua.
Comentó que en esa zona, según el estudio de los expertos de la comisión del Colegio de Ingenieros, se trata de un suelo A4, es decir, es arcilloso limoso que estuvo compactado, pero con el paso del tiempo por las construcciones de sus terrazas se alteró toda la ladera.
Allí tenían filtraciones de aguas blancas y negras, cercana a la falla de Boconó y cuando hubo un movimiento sísmico causó el desplazamiento de la ladera porque no tenía el apoyo, que a juicio de Gutiérrez originalmente sí lo tuvo, pero fue alterado por las personas que construyeron sus viviendas y no tuvo cómo sostenerse. Hizo referencia que lo que ocurrió es parecido a cuando una persona no tiene los dedos de los pies y al pararse no tiene equilibrio.
