Anny Giménez | La Prensa.- Las empanadas han sido por muchos años uno de los desayunos predilectos de los venezolanos, pero ante los altos costos de los ingredientes y la escasez de los rellenos a los empanaderos no les ha quedado otra opción que ampliar su gama de sabores para mantener la clientela.
Joelis Alvarado tiene un puesto de empanadas en Pueblo Nuevo desde hace más de 20 años, asegura que el relleno más solicitado es la carne mechada; sin embargo su preparación sale costosa debido al precio del proteíco, por lo que ha puesto su ingenio en práctica para ampliar su carta.
Chorizo, morcilla, pizza (jamón, queso y maíz), tequeyoyo (tajada, jamón y queso amarillo) son algunos de los sobores que captan la atención de los clientes que aseguran se les hace agua la boca nada más de imaginarlas.
En otros puestos para desayunar, se dejan ver rellenos como perico, asadura, chicharronada y papa con queso. “Cuando ví que vendían empanada de chorizo no me aguanté y me compré una, son ricas y se come algo diferente”, manifestó Yolanda Briceño mientras desayunaba en un kiosko en el centro.
Pablo Omaña, a pesar que tiene poco tiempo vendiendo y que ofrece rellenos tradicionales, creó una empanada que llamó “de todo un poco”, a la que le coloca un poquito de queso, caraotas y carne para así complacer a quienes se acercan a su puesto.
En otros establecimientos hay las operadas que a pesar de ser un poco más costosas, el cliente escoge el relleno que van desde los tradicionales, como queso y caraota, hasta ensaladas.
Pero los rellenos no son el único gancho de los empanaderos, pues las salsas también son muy buscadas, con esto hacen de tripa corazón porque un galón de mayonesa está en más de Bs. 80 mil a lo que se adiciona el costo de los sobres que dan el sabor a queso, ajo, maíz, entre otros.
Sin embargo, poder ofrecer esta variedad de empanadas tiene a los comerciantes echando carreras. Comprar harina, aceite, mayonesa, suero picante, pulpa de frutas, azúcar, queso, jamón y carnes se ha vuelto cuesta arriba.