lunes, 23 diciembre 2024
lunes, 23 diciembre 2024

Familiares de Andrés Eloy Blanco piden limpieza del Dren Z

No solamente temen por las inundaciones, sino por la inseguridad que implica dar más paso a los robos

Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- Los habitantes de la urbanización El Sisal y algunos sectores de Andrés Eloy Blanco, de la parroquia Ana Soto, al oeste de Barquisimeto, exigen la limpieza del canal Dren Z. La maleza está muy alta y parece un bosque, también hay un cúmulo de sedimentos que pueden ocasionar el desbordamiento durante las lluvias y afectar a alrededor de 264 familias. Además de ser criadero de plagas, roedores y reptiles, así como refugio para personas en condición de calle.

Señalan que la última limpieza fue hace dos años y medio, por lo que vienen presentando reportes desde junio de 2023 para que la Alcaldía de Iribarren o demás instancias puedan solventar este problema. De hecho, precisan que también lo han exigido de manera colectiva e individual por la aplicación VenApp del Buen Gobierno.

«Vivimos con miedo porque si empieza a llover fuerte o durante días consecutivos, pues el caudal entraría a nuestros hogares», dijo Arlenys Oropeza y señala hacia el conjunto residencial El Sisalito junto a otras casas adyacentes a esta canal.

Dilcia de Crespo, miembro del Consejo Comunal Urbanización El Sisal I, lamenta que se encuentran perdidos entre tanto monte, sirviendo para guarida de delincuentes o indigentes. También se presta como un escenario de abandono aprovechado por algunos vecinos para lanzar basura, electrodomésticos dañados y demás desechos. Una conducta que reprochan, ante la falta de sentido de pertenencia y cuidado del entorno.

No solamente temen por las inundaciones, sino por la inseguridad que implica dar más paso a los robos y hasta el peligro de intento de violaciones. Las noches y sus instantes de penumbra son los peores enemigos de estas familias, al sentirse expuestas y ser víctimas del hampa.

Tantos sedimentos pasan factura en las casas a orilla de esta canal, tal como indica Angelys Piña, mostrando la pared de su casa que presenta el desnivel y levantamiento de dicha acera a consecuencia de tanta humedad. Estando a pocos metros se quejan porque no soportan tantos zancudos y mosquitos, lo cual puede ser un cultivo para el dengue. También viven en eterna lucha contra las ratas, siempre intentando buscar otras guaridas.

«Esto no se soporta porque han aparecido iguanas y rabipelado en el patio de la casa», se quejó de estas condiciones en las que están viviendo, siendo una de las familias fundadoras del sector con 50 años en la urbanización El Sisal.

Al avanzar unos cuantos metros de la casa de la familia Piña, los señores Victoriano Mendoza y Antonio Castellanos invitaban a acercarse a las inmediaciones de la casa comunal, con esas adyacencias transformadas en un matorral y apenas deja un caminito angosto para caminar. Allí aprovechan para hacer el llamado de conciencia a los propios vecinos, a ese grupo que se acostumbró a convertir el espacio en un improvisado vertedero y lo cual genera más insalubridad en el sector. Coinciden en que no deben depender de la acción del Estado, sino también contribuir a mantener limpia la comunidad.

Son tantas quejas y estos habitantes admiten que hay una mayoría de vecinos resignados a vivir en estas condiciones. La gente ha dejado de denunciar, están cansados de no recibir respuesta, y por eso lamentan que terminen consumidos por la contaminación junto al riesgo de sufrir graves daños por inundaciones.

Es un contexto que para Maritza Rosales no debe implicar «quedarse de manos cruzadas», sino seguir insistiendo en las denuncias públicas y así el recordatorio para una solución en poco tiempo. Sienten que está en juego la integridad como comunidad, porque el daño es generalizado. Sólo aspiran empezar por el desmalezamiento y así recuperar sus espacios junto a la tranquilidad colectiva.

Noticias relacionadas

No te pierdas

Comunidad Santa Isabel celebra 63 años trabajando por el desarrollo del sector

Desde el 12 de octubre de 1961, el crecimiento de la comunidad Santa Isabel ha sido progresivo gracias a la constancia de vecinos dispuestos a poner manos a la obra o insistir en solicitudes a instancias gubernamentales, ahora festejan sus 63 años de fundada. El sentido de pertenencia prevalece desde la primera asociación de vecinos, la que actualmente es reforzada por el trabajo de 1.200 familias. Aspiran la construcción de otro ambulatorio, créditos para tanques, bacheo en la vía principal, mantenimiento de pasarelas y limpieza del Dren X

Redes sociales