Osman Rojas | LA PRENSA.- La iglesia no puede más. Cada día la necesidad en las calles crece y la ayuda que organizaciones como Cáritas de Venezuela puede brindar se desvanece.
“Necesitamos un mayor apoyo. El esfuerzo que nosotros hacemos para intentar aliviar el hambre de las personas parece inútil”, fue la dura confesión que realizó el padre Miguel Giménez, voluntario en los sopasos parroquiales que la organización realiza en Barquisimeto.
El padre dijo que “la trabas” que las empresas privadas ponen a la hora de ayudar es un factor que retrasa la realización de ollas comunitarias o plato social.
“Nosotros entendemos que la situación país obliga a las empresas a cuidar su capital pero, por la razón social que ellos manejan, deberían apoyarnos. Estamos en una etapa en donde nosotros no estamos para enseñar proyectos, Caritas está sobre un proyecto y por eso necesitamos ayuda”, continuó Giménez.
La desesperación de la organización por encontrar recursos está justificada por los graves problemas de malnutrición que hay en el país.
Según los números que maneja Cáritas en las parroquias del estado hay un 78% de malnutrición. Ese porcentaje puede ser incluso más alto pues este censo se realizó los primeros días del mes de enero.
Susana Rafali, representante de Cáritas a nivel nacional, se mostró alarmada por la condición en la que están creciendo los niños en Venezuela y pidió al Gobierno nacional no frenar las ayudas que desde afuera recibe la organización.
“Hasta cambiar las divisas nos cuesta. Tenemos serios problemas con la alimentación de los niños y eso tenemos que corregirlos. La Organización Mundial de la Salud (OMS) debe pronunciarse para evitar males mayores porque los niveles de malnutrición que se están manejando en estos momentos no se solventan con una lata de leche o una bolsa de alimentos”, dijo.
Ya hay muertes
El hambre cobra con vidas. Cinco niños, de diversas zonas en el estado, han perdido la vida en los últimos cuatro meses por la escasez de alimentos que hay.
Andrés Carrillo, coordinador del programa de alimentación del grupo médico Lara Entera por la Salud, aseguró que Bobare es el sector que registra mayor índice de mortalidad.
“Hay que tomar correctivos para evitar que estas situaciones se repitan. En Bobare la gente de Cáritas entrega unos 400 platos de sopa semanales pero eso no es suficiente. El desespero de las personas por conseguir alimentos es muy grande y el Gobierno nacional debe entender que entregar una bolsa no basta”, dijo con impotencia el especialista.