Lorena Rojas | LA PRENSA DE LARA.- Como una situación que puede ser tratada y prevenida con ayuda profesional, psicólogos y psiquiatras instan a la colectividad a estar alertas en sus hogares ante la presencia de un trastorno afectivo o psicótico que pueda llevar a un individuo de su núcleo familiar a quitarse la vida.
El psiquiatra, Marco Tulio Mendoza, explicó que existen dos tipos de trastornos que pueden orillar a una persona a quitarse la vida, el primero de ellos es el afectivo, en el que el más común es la depresión la cual puede ser causada por la pérdida de un familiar o inexistencia de una estabilidad económica.
«Los factores que podrían llevar a la depresión son la pérdida económica, el desempleo, la rupturas familiares, entre otras. Las personas deprimidas también tienden a sufrir de algunos dolores», aseguró el especialista.
Asimismo, resaltó que hay un porcentaje de suicidio que obedece a otros tipos de patologías y que no necesariamente están relacionadas con la depresión, como son los trastornos psicóticos. «Hay personas que tienen pensamientos delirantes y otros padecen de esquizofrenia, donde, por ejemplo, una persona puede escuchar voces o creerse un Dios para salir ileso de algunas situaciones y termina quitándose la vida y no era porque estaba deprimido», destacó.
Por su parte, el psicólogo, Gerardo Sánchez, comparte una posición similar a la del psiquiatra Mendoza, el especialista asegura que no siempre las personas que sufren de depresión se van a suicidar, es por ello que no deben ser estigmatizadas.
«La intención suicida no siempre, ni obligatoriamente está asociado a la depresión, aunque ciertamente la mayoría de los casos que tienen que ver con dicho intento existe una condición previa a síntomas de carácter depresivo, no es una relación directa, pero sí se presenta en una gran mayoría de casos», asegura.
Sin embargo, los especialistas destacan que se debe estar muy alertas cuando una persona no duerme o duerme en exceso, tiene desasosiego o inquietud observada por otros, la incapacidad de tomar decisiones, la falta de concentración y el decaimiento, ya que podrían presentar un cuadro de depresión por lo que deberían buscar ayuda profesional.
De igual manera, cuando una persona tiene sentimiento de culpa, la fatiga y pérdida de energía, un cambio significativo en el peso corporal, el hablar de la muerte frecuentemente y el no disfrutar de sus actividades favoritas familiares deben estar muy alertas.
A prestar atención
Los especialistas aseguran que se debe romper con el mito de que si anuncia la acción no la realizará, puesto que muchas personas que han decidido quitarse la vida, han mostrado su desinterés por vivir.
«Hay que romper con los mitos de que es por manipulación que las personas dicen que se van a suicidar, porque se ha visto que esto es falso, el suicida avisa su falta de deseo de vivir y se siente culpable, aseguran que las cosas que están viviendo estuviesen mejor sin ellos…tenemos que reconocer y escuchar bien con los oídos y tener los ojos muy abiertos porque las que quieren suicidarse lo manifiestan abiertamente», aseguró.
Igualmente, los especialistas destacan que las personas que tiendan a tener pensamientos suicidas deben ser atendidas con urgencia por un médico que esté capacitado en psiquiatría, debido a que hay algunos profesionales en la medicina que no ofrecen la ayuda que necesitan los pacientes al realizar un diagnóstico y asimismo no los medican aún necesitándolo, en el caso de los psicóticos.
Mérida con varios registros
El estado Mérida ha figurado como la entidad de Venezuela con la mayor tasa promedio de muertes por suicidio, alrededor de 9 decesos por cada 100.000 habitantes dentro de un período histórico de registros oficiales que va desde 1950 hasta 2016, aun cuando específicamente desde el 2001 y hasta el 2021 es cuando este territorio se posiciona de manera ininterrumpida en el primer lugar.
No obstante, a partir de la década de los añ;os setenta ya venía mostrando de forma progresiva un comportamiento distintivo y singular en cuanto a la ocurrencia. La tasa del estado representa un promedio histórico regional, entre los municipios se encuentran diferencias en ese indicador. Cardenal Quintero, Pueblo Llano, Miranda, Antonio Pinto Salinas y Aricagua figuran entre los municipios rurales con las tasas más elevadas del estado y exhiben, además, valores superiores a dicho promedio regional (entre 18 y 13 suicidios por cada 100 mil habitantes).
