Guiomar López | LA PRENSA DE LARA.- El trecho es largo y es que 82,2% de incremento separa a ese dólar de Bs 17,44 de enero de 2023 hasta la actualidad que supera los Bs 30. Un análisis que realizan economistas, al considerar que en estos ocho meses se experimenta una subida más acelerada, porque la oferta de divisas es menor que la demanda y se mantendrá así hasta que persista el bajón en exportaciones, así como la falta de políticas económicas que permitan la inversión para el incremento de fuentes de ingresos.
La explicación del economista Naudy Pereira empieza por recordar que en la actualidad hay escasez de divisas por la caída de las exportaciones, lo cual sigue disminuyendo las reservas de Venezuela, al punto de considerar un promedio de 74% desde 2013. «Es una secuela que se expresa con la devaluación del bolívar en un promedio de 76% y el salario mínimo se ha reducido en 86%, mientras el gobierno señ;ala que no tiene recursos para ajustes», señ;ala.
Lamenta que este frecuente aumento del dólar termina de agravar la situación económica, dejando al país en una recesión que repercute directamente en la caída del Producto Interno Bruto (PIB), empleo e inversión. Advierte que el alto riesgo se sigue teniendo en el comercio internacional, cuando el indicador J.P. Morgan de Estados Unidos precisa la falta de estabilidad económica y de capacidad para pagar la deuda internacional o demás compromisos, lo cual resta crédito en el mercado mundial. «De allí, que por más de cinco añ;os se ha dejado de pagar este tipo de compromisos», precisa Pereira.
Se trata de una realidad que generalmente casi lleva a la par al dólar oficial -que se respalda del Banco Central de Venezuela (BCV)- con el paralelo cuya alza también supera el 76,7%. Pereira cita la relación tan estrecha, que termina contradiciéndose al exigir la cancelación al equivalente oficial, pero la misma escasez de divisas lleva a los comerciantes a importar de acuerdo al paralelo y ese costo se transfiere al producto, reflejando inflación y pobreza.
Este punto es compartido por el economista Miguel Rojas, al recordar que el aparato productivo no tiene accesibilidad a las divisas por parte del Estado. «De allí es que el valor de reposición sufre dañ;os y su alza implica costos al consumidor», precisa y considera que los venezolanos experimentan un incremento más acelerado, que antes sólo percibió de manera brusca entre noviembre y diciembre de 2022.
Precisa que cuando se tiene al valor del BCV muy cercano al paralelo, se evidencia el desajuste de la economía, haciendo frente a la inflación y al juego invertido entre oferta y demanda de divisas.
Según Rojas, no hay manera de revertirlo, sin la aplicación de políticas de inversión que aumenten los ingresos nacionales, añ;ora la exportación de petróleo cuando superó los 3 millones de barriles.
Recuerdan los artículos 318 y 320 de la Constitución y la necesidad de un BCV que estabilice los precios y políticas fiscales.
