Luis Felipe Colmenárez | LA PRENSA de Lara.- «Yo me quiero morir, estoy obstinada» fueron duras las palabras de una mujer de la tercera edad que al borde del llanto aseguraba no poder aguantar más las crisis económica que se agudiza en Venezuela.
La dama que se encontraba presente en una protesta por falta de agua en Caracas, aseguró estar «obstinada» pues sostiene que se encuentra «pasando hambre y trabajo».
«Maduro come, vive y goza con su gente ¿y nosotros qué comemos?» cuestionó mientras alegaba que el dinero no le alcanza para hacer mercado pues si decide comprar huevos, no puede comprar queso.
En medio de la cuarentena que se vive por el brote de coronavirus, muchas personas han denunciado que los embates de la crisis se han hecho sentir con más fuerza.
Durante las últimas semanas cientos de personas han tomado las principales calles y avenidas de Venezuela para expresar su descontento ante las constantes fallas en servicios públicos que se han venido presentando.
El Centro de Documentación y Análisis de los Trabajadores indicó hace una semana que los trabajadores venezolanos requirieron 28 millones 272 mil 732 bolívares para sufragar la canasta alimentaria básica para una familia de 5 miembros en abril de este año.
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