Euseglimar González | LA PRENSA de Lara.-& ;A un año de la muerte de los hermanos Mario Alejandro (35) y Juan Ernesto Merentes Alfonzo (26), sólo se conoce públicamente que el investigado por ser el presunto homicida, se encuentra detenido y el caso está en fase de juicio, pero se desconocen los delitos por los que lo imputarán.
«Nora, me mataron. Me mataron. Estoy en la carrera 27 entre 14 y 15, portón negro», era lo que decía la nota de voz que recibió la esposa de Mario Alejandro del WhatsApp de su esposo, el jueves 1 de noviembre de 2018 en horas de la tarde.
Esa voz era de dolor, hablaba diferente y tras escuchar varias veces el audio la esposa llamó al hermano mayor de Juan y Mario para que averiguara y el decidió irse hasta la dirección que Mario les dio, pero no encontró nada, luego rastreó por GPS el carro de Mario y aunque le indicaba la misma dirección no lo veía, pues estaba dentro de la vivienda en construcción, misma en donde asesinaron a tiros y enterraron a los hermanos.
En horas de la noche la esposa de Merentes junto a los demás familiares decidieron denunciar ante la Base Antiextorsión y Secuestro y reprodujeron el audio, minutos después una comisión del Cicpc se trasladó hasta la dirección que el hombre suministraba.
Los «petejotas» no hallaron nada, pero a las 8:30 de la noche en un estacionamiento de la avenida Libertador con calle 51, a más de 3,5 km del sitio señalado en el mensaje, los funcionarios consiguieron el Chevrolet Cruze, en el que los hermanos se trasladaban, estaba en calidad de abandono.
Ese día se pudo conocer que la familia sólo sabía que ambos iban a reunirse con Ivanhoe Josafat Rangel Ledezma, de 27 años, aparentemente, por negocios. Al parecer él mismo los había citado para encontrarse en el este de Barquisimeto.
Bajo tierra
Sobre el crimen se conoció por fuentes policiales que el homicida los sometió con un revólver calibre 38, presumen que bajo amenazas los estuvo amedrentando y minutos después le disparó a Juan dos veces, entre cuello y cara, para luego ir contra Mario y propinarle cuatro impactos de balas, dos en la cara, uno en el pecho y otro en la pierna.
En el interior del patio estaba un hueco, de dos metros y medio de profundidad, que sería una tanquilla eléctrica, allí fue en donde el tipo decidió enterrar a los dos hermanos. Explicaron las fuentes que primero lanzó el cuerpo de Juan Ernesto y luego a Mario. Antes de sepultarlos les colocó cal, presuntamente, para que no saliera el mal olor con el pasar de los días y todo fuera un «crimen perfecto».
Los cuerpos fueron localizados por los uniformados el 2 de noviembre en la madrugada y tardaron en desenterrarlos casi hasta el amanecer, para luego trasladarlos hasta la morgue del Hospital Central Antonio María Pineda.
Niega lo sucedido
Ivanhoe Rangel, quien se encuentra detenido e investigado por ser el presunto asesino de los hermanos, fue detenido 12 horas después del doble homicidio. Según lo publicado por LA PRENSA, el 2 de noviembre en horas de la madrugada, la policía científica localizó al hombre en su vivienda, ubicada en la urbanización El Amanecer de Cabudare, presuntamente, él negó tener información de los hermanos y de estar involucrado en la desaparición.
Según fuentes policiales, luego de la detención del hombre, presuntamente, habría confesado el crimen y fue cuando lograron ubicar el sitio en donde ocurrió el atroz asesinato.
El asesinato de los hermanos Merentes ocurrió hace un año y Rangel (investigado) aún no ha sido sentenciado, pues el caso pasó a juicio. Se pudo conocer que en 26 días se iniciará el proceso.