LA PRENSA.- Las 420 personas que quedaban secuestradas en Uribana salieron en el transcurso del día de ayer. Las negociaciones en esta cárcel terminaron a las 8:00 de la noche de ayer, cuando un último grupo de 150 personas atravesaron el portón para irse a sus hogares. Desde las 2:00 de la tarde, los reos provenientes de la cárcel de Tocuyito paseaban desde la banquera hasta el portón varias veces, pues en tres oportunidades se intentó ingresar a la población penal, pero no se abría. Fue a las 4:00 de la tarde que estos 25 reos junto con los 9 de la cárcel de Santa Ana, lograron atravesarlo.
Seguidamente, un grupo de 100 personas empezaron a salir del penal. Estas libertades se otorgaron a cambio del ingreso de los 34 privados de libertdad que estaban desde la madrugada de ayer en Uribana. En otros autobuses estaban los privados provenientes de Guanare, éstos permanecían allí desde tempranas horas de la mañana, hasta tanto no se tuviera la certeza de que entrarían al penal. Dos horas después del primer lote de visitantes que salieron, los pastores de la
paz garante de los derechos humanos anunciaron que por los 60 privados de libertad de Guanare que habían entrado, se liberarían 150 visitas, quedando un restante de 167 familiares. Horas más tarde, específicamente a las 8:00 de la noche, el director del Penal Nelson Bracca, anunció que la situación de secuestro había llegado a su fin y que todos saldrían ayer en la noche.
El último lote en salir fue de 23 personas, quienes salieron por 15 internos de Coro, que lograron ingresar. Por su parte, 144 familiares no salieron debido al aguacero que estaba cayendo y la falta de transporte, a pesar de que el director anunció que varios autobuses serían habilitados para trasladarlos hasta el terminal. Los visitantes que salían, manifestaron estar de acuerdo con la medida tomada por los privados de Uribana, pues para ellos es bastante justo que los “guaros” estén en su tierra. Así comentó Carlos Hernández, quien fue uno de los 9 hombres que salió en el primer lote. Hernández resaltó que solo el familiar y el privado saben la verdadera roncha que se pasa y más cuando los familares son enviados a otro penal. “Aquí con 15 Bs se resuelve e igual vemos a nuestros hijos”, alegó, mientras que relataba que estos días de secuestro fue una manera de pasar más tiempo con su hijo. Bracca expresó que para para el fin de semana todo volverá a la normalidad.