Euseglimar González | LA PRENSA DE LARA.- Sus manos golpeaban los vidrios con insistencia pidiendo auxilio, pero el voraz incendio hizo que se desvaneciera. Miguel Pérez, de 44 añ;os, quedó atrapado en las llamas dentro de su local, ubicado en la carrera 18 con calle 41 de Barquisimeto y pocos minutos después murió.
Ayer a las 11:00 de la mañ;ana, Miguel estaba junto a su hija, de 16 añ;os de edad, en su negocio «Rod Mang TT» manipulando unos bidones de gasolina. Un allegado a la familia contó que él se iba de viaje hoy (viernes) y por eso estaba con el combustible.
En el momento en el que manipulaba el combustible, cerca estaba un altar de santos con velas encendidas, presuntamente, una de las velas cayó en el bidón y esto habría causado la explosión.
Las llamas habrían alcanzado a la adolescente causándole quemaduras en su cabello y cejas, mientras que Miguel quedó atrapado en las llamas, que poco a poco se iban propagando.
La jovencita logró escapar de las llamas y así pedir ayuda, mientras que Miguel estaba en el segundo piso del local, sin poder salir.
«Era mucho humo, él salió dos veces a la ventana y tocaba como para pedir ayuda, tratamos de hacerlo, un muchacho se montó en unas escaleras y rompió los vidrios de la ventana para que saliera el humo y así poder ayudarlo, pero no lo logramos», comentó un comerciante de la zona.
Al ver el desespero de Miguel, las personas que pasaban por la zona corrieron hasta la sede del Ven 911 para pedir ayuda y los funcionarios llegaron, trataron de ingresar al local, pero las llamas no los dejaron.
«Vi como el señ;or se desvaneció, intentamos ayudarlo, pero no pudimos, es demasiado frustrante, las llamas eran muy fuertes», dijo otro comerciante de la zona.
Media hora después los bomberos llegaron al sitio y aplicaron el protocolo para apagar las llamas, pero el voraz incendio les impedía ingresar.
El incendio se originó en las escaleras, situación que hizo que Miguel no pudiera salir, trató de buscar salida por la ventana, pero tampoco lo logró, pues esta tenía un protector.
Los comerciantes de los locales vecinos cerraron y temían que las llamas alcanzaran las estructuras y fuese una tragedia peor, pues al lado del negocio hay una venta de pinturas.
