Joelis Sosa | LA PRENSA.- “Nos deben 10 semanas. Nosotros tenemos familia que alimentar, y ellos bien gracias, no les importa nada”, aseguró Santiago Mendoza, cisternero del llenadero San Juan, quien decidió lanzarse la mañana de ayer con sus compañeros y tomar la Alcaldía del municipio Iribarren, para exigirle al alcalde Alfredo Ramos el pago de los viajes que le deben desde septiembre.
Desde las siete de la mañana los trabajadores trancaron la carrera 17 con calles 25 y 26, con sus camiones cisternas y solicitaban que el alcalde saliera y les diera una explicación del porqué no les han cancelado, pues explican que el 27 de octubre la alcaldía solicitó un crédito adicional ante la Cámara Municipal y les fue aprobado. Con ello se les cancelaría parte de la deuda que abarcaría solamente cuatro semanas de las doce que les debían, pero aseguran que no fue así.
Nos ofrecieron una chupeta y lo que nos dieron fue un caramelo, quedamos engañados como los propios niños”, aseguró Mendoza, quien se refería a la cancelación “chucuta”, que les llegó la primera semana de noviembre, pues de cuatro semanas que cancelarían sólo recibieron dos. A otros cisterneros sólo le pagaron tres.
Las semanas van aumentado, ahora son entre diez y doce las que le deben a los trabajadores. Son 220 camiones los que le prestan el servicio a las comunidades del norte, oeste y parte de Juan de Villegas y Bobare, que esperan su pago porque afirman estar cansados de trabajar sin remuneración.
Nosotros tuvimos una reunión con algunos representantes de la alcaldía y la respuesta que nos dieron fue que harían una investigación para verificar si de verdad se hicieron esos viajes”, afirmó Desiderio Rodríguez, presidente de la Asociación Civil de Camiones Cisternas del estado Lara, quien señala que estos viajes sí se han realizado, a pesar de que los camiones estén presentando fallas por repuestos dañados.
Aunque admite que en el llenadero San Juan a veces se queda sin agua y es por ello que posponen los viajes.