Gabriela Domínguez | La Prensa.- Sandra Villamizar estaba reposando. Le dolía la espalda de tanto sacar tobos llenos de barro de toda su casa. Con los pies llenos de barro y el cuerpo aún húmedo por el chaparrón de agua se llevó a los brazos a su pequeña hija de 27 días de nacida.
“Cada vez que llueve este problema, se nos mete toda el agua. Estamos cansados de pedir ayuda, ya no sabemos qué hacer”, lamenta la mujer, quien está preocupada porque el corral de su bebé quedó repleto de barro y su espalda aún no se recupera de la cesárea que le hicieran hace menos de un mes. Su esposo, su mamá y algunos vecinos colaboraron durante casi dos horas también para poder sacar el barrial que se formó en toda la vivienda.
Pero Sandra no fue la única afectada en el sector 19 de Las Acacias, más arriba otras viviendas también estaban tapiadas de barros, escombros, matas, desperdicios y hasta potes plásticos.
“Queremos que hagan mantenimiento en las canales y desagües”, pide José Escobar, quien recuerda que en el 2007 también perdió muchos “corotos”, por el aguacero que se metió a su humilde vivienda.
Armando Flores de 80 años quedó con las piernas temblorosas. Después de sacar con una escardilla el aguacero el señor no soportaba el dolor, asegura que el agua de barro le llegó a las pantorrillas y alcanzó 30 centímetros de alto en las paredes. Hasta el patio quedó hecho una laguna con el aguacero. Elizabeth Fonseca tiene cuatro años viviendo en este sector, por primera vez el agua entró a su casa. Está indignada porque perdió una maleta con documentos, entre ellos título, notas y demás. “Tenemos tres horas sacando agua, esto es por falta de mantenimiento”, dice. En la tarde llegó a la zona una comisión de la Misión Barrio Nuevo Tricolor para limpiar la alcantarilla y sacar tierra.